Italsal te cuenta que debes tener en cuenta al momento de plantar un árbol

Cómo plantar un árbol

La clave que determina el éxito que pueda tener un árbol en la plantación y posterior establecimiento es una buena selección de este. Toda buena selección debe considerar tres variables antes de plantar un árbol: objetivos (cerca viva, bosques dispersos, forraje, madera, etc.), características del sitio (suelo, topografía, clima, precipitación) y características de la especie (requerimientos de agua, nutrientes, acidez del suelo), de manera que la plantación que se proponga sea sustentable en el tiempo.

  1. Infórmese bien 

Para comprobar qué especies forestales pueden plantarse y las distancias de plantación que hay que respetar. 

Nos podemos informar en la Oficina de medio ambiente, consultando a los ingenieros forestales o agrónomos, y si hay restricciones en el Plan de ordenamiento territorial del municipio de acuerdo con la ubicación y uso de suelo de la finca. 

  1. Seleccionar la especie adecuada

Es muy importante elegir bien la especie de árbol que queremos plantar en función del lugar. Si queremos que nuestro árbol esté sano deberemos tener en cuenta sus requerimientos. No todos los árboles crecen en cualquier sitio, cada especie tiene sus preferencias y necesidades. Algunos árboles se desarrollan mejor en lugares fríos y húmedos, otros prefieren los entornos más soleados y secos.

El tipo de suelo también es otro factor importante. Los suelos pueden ser más o menos ácidos o básicos dependiendo del tipo de sustrato (arena, limo, arcilla, turba, etc.). También es importante la textura, si el suelo es más o menos arenoso o compacto, y la cantidad y tipo de nutrientes que pueda haber y su disponibilidad para la planta. 

Por otro lado, debemos tener en cuenta la influencia del árbol en el entorno y las posibles consecuencias cuando este crezca. Cada especie crece de una manera y necesita su espacio y sus cuidados (poda, riego, etc.). 

La planta deberá proceder de viveros o productores de plantas forestales certificados, que garanticen la calidad genética y cumpla las condiciones fitosanitarias exigidas.

  1. Despejar el terreno 

Una vez seleccionado el lugar y los árboles que vamos a plantar es conveniente rozar, es decir, despejar el terreno o desbrozar la vegetación que pueda crear competencia al pequeño arbolito en su entorno inmediato durante los primeros años.

  1. Cavar el hoyo de plantación

Una vez rozado deberemos preparar el suelo para facilitar el arraigo y la primera etapa de desarrollo de la planta, es lo que se denomina “ahoyado”

El hoyo deberá ser lo suficientemente profundo y ancho para proporcionar a la planta suficiente tierra removida que facilite el arraigo inicial y acumule la humedad necesaria para que las nuevas raíces se establezcan. Se recomienda que los hoyos de plantación tengan unas dimensiones de 40 x 40 x 40 cm y que la tierra extraída se devuelva al hoyo libre de piedras, raíces y palos, procurando que esté lo más suelta posible. 

Es importante dejar un metro de plateo alrededor del sitio donde se ubicará la plántula.

  1. Plantar 

La plantación consiste en la correcta instalación de la planta en el suelo. Se debe quitar la bolsa con precaución evitando romper el cepellón de tierra que está alrededor de la plántula para que la raíz no quede desnuda. Es más aconsejable utilizar plantas con cepellón ya que este proporciona una pequeña reserva de nutrientes y de agua.  Antes de plantar es importante humedecer bien el cepellón, por lo que se puede sumergir brevemente en agua. Esto actuará de reserva hídrica. 

En el hoyo de plantación, que estará relleno de tierra suelta y removida, se abre un pequeño agujero en el que se introduce el cepellón o la raíz, de manera que la planta quede totalmente recta, apretando la tierra de alrededor de la planta primero con el puño y posteriormente con el pie, cuidando que no queden bolsas de aire alrededor del cepellón

Es muy importante que el pequeño arbolito quede enterrado justo hasta el cuello de la raíz. 

  1. Distancia de siembra

En establecimiento de cercas vivas la distancia recomendada entre árboles es de 3 metros para que los árboles puedan respirar y recibir bien la luz.

En intersiembras dentro de los potreros la recomendación es dejar distancia de 15 metros entre árboles (50 árboles/hectárea), estableciendo especies que no tengan una copa frondosa y realizando podas esporádicas para evitar que le de mucha sombra a las pasturas y reduzca su capacidad de crecimiento por reducción de penetración de la luz.

En establecimiento de bosquetes como áreas de bienestar para los bovinos la recomendación es realizar la siembra dejando entre 3 y 5 metros de distancia, según la especie arbustiva sembrada.  

  1. Abonar

Se recomienda aplicar cal dolomita, al momento de la siembra en el fondo del hoyo al sembrar la plántula a razón de 500 gr por hoyo, mezclándola con el suelo. 

Para la aplicación del fertilizante, se recomienda 30 gr por plántula en el plato. El abono no debe tocar la raíz, para eso hay que disponerlo a unos 20 cm de la planta y un poco enterrado. 

Un exceso de abono puede ser contraproducente, siendo preferible abonar de menos que de más o no abonar.  

Si el suelo es pobre puede abonarse con un compuesto de nitrógeno, fósforo y potasio, siendo más aconsejable un abono de liberación lenta. 

  1. Proteger el árbol 

Después de plantar puede ser conveniente proteger el árbol frente a la acción de animales herbívoros que lo puedan comer o ramonear u otros animales domésticos que puedan dañarlo. Un buen sistema es la protección individual, rodeando al árbol con una malla o rejilla 

Mantenimiento después de plantar un árbol (año 1 al año 3)

son importantes algunos cuidados mínimos posteriores a la plantación. Estos cuidados son determinantes los primeros dos a tres años post plantación hasta que el sistema radicular logre reajustar sus funciones respecto a los requerimientos de la parte aérea del árbol. Los cuidados, mantenimientos e inspecciones de los árboles post plantación pueden ayudar a detectar, solucionar y prevenir problemas a su debido tiempo, así como a proveer de los requerimientos mínimos necesarios para mantener la salud y vigor de los árboles plantados.

  1. Deshierbe

Esta actividad consiste en hacer un corte de malezas con el fin de dejar el sitio de siembra libre de estas. Esta actividad se debe hacer cada 3 a 4 meses durante los tres primeros años luego de la siembra.

  1. Plateo

Consiste en realizar una limpieza de manera circular a una distancia de un metro desde la plántula, retirando el pasto y otras hierbas que puedan competir por los nutrientes que se aplican durante la fertilización. Esta se debe hacer cada 3 a 4 meses durante los tres años posteriores a la siembra. 

  1. Fertilización

Para la aplicación del fertilizante, se recomienda una dosis de 30 gr por plántula, a una distancia de 30 cm de la plántula. Esta se deba hacer tres veces por año, durante tres años.

Labores complementarias 

Se deben realizar las labores de seguimiento y control como es una evaluación de sobrevivencia al mes de haberse realizado la siembra y de acuerdo con el número de plántulas, programar una jornada de resiembra. 

Se deben llevar registros que incluyan los cronogramas y las actividades realizadas al momento del establecimiento y el seguimiento.

Esperamos que este documento creado por Italsal haya sido de todo tu interés para una adecuada reforestación que ayudará a ser mejores vecinos sostenibles con el medio ambiente.

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