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¿Cuáles son los reales efectos de los aceites vegetales en la nutrición de los caballos atletas?

Las diversas modalidades ecuestres exigen que los caballos desarrollen habilidades deportivas para correr, saltar, marchar, girar, deslizar, lazar y tumbar terneros, además de recoger largas distancias. Todos estos ejercicios y una rutina intensa de entrenamiento implican en altas demandas de ENERGIA que es el componente nutricional más importante para mantener el caballo en ejercicio. Así un caballo de alto rendimiento puede no lograr expresar su máximo potencial atlético o no conseguir los objetivos deportivos debido a una nutrición desequilibrada, sea por el exceso o falta de nutrientes en cantidades adecuadas.

Los pastos y forrajes son las bases alimentares de los equinos por contener altas cantidades de fibras que proporcionan buena actividad gastrointestinal y energía. De tal manera, una dieta “exclusiva de pastos y forrajes” no suple las demandas energéticas de caballos atletas, haciéndose necesario la complementación con alimentos concentrados ricos en almidones que es una fuente energética rápidamente disponible.

Cuando los concentrados son suministrados en exceso, ocasionan disturbios gastrointestinales y metabólicos causando desequilibrio de la microbióta intestinal ocasionando los temidos COLICOS. Por lo tanto, nos encontramos con un dilema: tenemos un límite para suministrar los concentrados que si es ultrapasado podrá resultar en serios problemas y a la vez, dietas a base de solo fibras no cumple las demandas energéticas para el organismo. ¿Entonces como solucionamos este dilema?

En las últimas décadas diversos estudios científicos nacionales e internacionales apuntan el uso de aceites vegetales como una solución segura y económica para corregir el déficit energético en dietas de equinos de alto rendimiento, además de promover adaptaciones metabólicas que aumentan la eficiencia bioenergética.

Los aceites vegetales tienen propiedades nutricionales muy importantes para los equinos:

tienen buena aceptación, generan 2,25 veces más energía que los almidones, su metabolización libera menos calor, hecho que favorece la termorregulación de los caballos durante el ejercicio, potencializa la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K, y por lo tanto mejora la apariencia del pelaje, crin y cascos.

Pero el papel más importante de los aceites vegetales es en la bioenergética:

  1. Cuando son metabolizados originan sustratos que serán oxidados para generación de ATP en las células;
  2. Preservan y recomponen reservas de glucógeno muscular y hepático, lo que implica en el retraso de la fatiga y mejora la recuperación después del ejercicio;
  3. Permite la recuperación de las reservas de grasas corporales mejorando la condición física del animal;
  4. El perfil bioenergético de los aceites afecta positivamente el comportamiento haciendo con que los caballos se noten más calmados y menos irritados o estresados. Debido a sus propiedades, los aceites son una gran estrategia energética alternativa indicada para caballos de todas las modalidades deportivas ya sean de ejercicio de resistencia o de explosión.

Una pregunta que muchos propietarios, jinetes, entrenadores y caballistas hacen es acerca de

¿Cuál tipo de aceite vegetal es el mejor para los caballos?

Cuantitativamente todos los aceites como de maíz, soya, girasol, linaza o canola presentan el mismo nivel de energía disponible aproximadamente 9 Mcal/Kg, entonces se podrá elegir aquel que tenga un menor precio en el mercado. Pero si estamos buscando algo más, hay algunos aceites que presentan una mayor concentración de los Omegas-3, que es un ácido graso esencial cuyo principal efecto es disminuir las respuestas inflamatorias potencializadas por los Omegas-6, el más abundante ácido graso en la mayoría de los aceites. Por eso es muy importante que, al escoger un aceite, tener en cuenta el aceite que promueva un buen equilibrio entre Omega-3 y 6. Los aceites de pescado de aguas profundas son muy ricos en Omega-3, pero su sabor y olor no son palatables por los caballos, entonces lo más indicado es el aceite de Linaza porque tienen una buena proporción entre Omega-3/Omega-6 y vitamina E, y en una segunda opción está el aceite de soya.

Los más importante es saber cuánto y cómo administrar los aceites en la dieta. Cantidades diarias entre 50 ml a 500 ml o 10% a 20% de la porción del concentrado están recomendadas en la literatura científica, pero hay que tener en cuenta algunos factores tales como peso, nivel de entrenamiento, tipo de ejercicio, intensidad y calidad del concentrado para no causar excesos de aceite y llevar el caballo a cuadros de diarrea u obesidad. Un tip interesante es mirar el nivel de grasa de los concentrados comerciales, si están por encima de 5% significa que el producto fue enriquecido con aceite vegetal demostrando ser una formulación con fuentes energéticas alternativas.

Hay que recordar que todo cambio en la dieta se hace de forma lenta y gradual entre 8 a 10 días de adaptación, iniciando con pequeñas cantidades de aceite al inicio para adaptar tanto el paladar como la fisiología digestiva del caballo. Puede ser adicionado a la porción del concentrado o forraje.

Los efectos en el metabolismo energético se logran a partir de 4 a 6 semanas después del inicio de la ingestión del aceite, por lo tanto hay que planear bien esta estrategia nutricional con anticipación a las fechas de competencia y exposiciones de los animales. Para finalizar, un buen consejo es que busquen siempre apoyarse en profesionales competentes como médicos veterinarios y zootecnistas para garantizar las orientaciones nutricionales adecuadas a la salud de sus caballos!!!

Roseli T. Borghi

Zootecnista, MSc. Nutrición Equina

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